Bronislaw Komorowski sonríe a sus seguidores en el cuartel general de la Plataforma Cívica en Varsovia. Reuters.El candidato liberal Komorowski acaricia la jefatura del Estado y supera a su rival por un escaso margen, según los sondeos.
El liberal de centroderecha y candidato por la Plataforma Cívica (PO), Bronislaw Komorowski, se impuso ayer en la segunda y definitiva vuelta de las elecciones presidenciales polacas, según los sondeos a pie de urna. La participación fue ligeramente inferior a la de la primera ronda, que alcanzó el 52,4%, pero aun así marcan un nuevo récord.
Pese a que hasta hoy por la tarde no se conocerán los resultados definitivos, las distintas encuestas daban a Komorowski una ventaja sobre Jaroslaw Kaczynski, líder de Ley y Justicia (PiS), de entre siete y tres puntos. Una diferencia que parece suficiente para que no haya ninguna sorpresa cuando se realice el recuento oficial. La victoria ha sido difícil, como reconoció el presunto ganador nada más saberse los resultados. «La tragedia de Smolensk nos afectó mucho a todos, pero hoy ha vencido la Polonia democrática», sentenció.
De confirmarse el resultado se acabaría con el poder del partido ultraconservador de los hermanos Kaczynski, pero plantea dos serias dudas. La primera es si Komorowski realmente tendrá iniciativa propia o se limitará a ser una marioneta del primer ministro, Donald Tusk. Y la segunda es que los liberales se habían escudado en la presencia de Lech Kaczynski y su uso del veto en el Parlamento para explicar el porqué aún no habían realizado las reformas que prometieron en las pasadas elecciones. Pero ahora que las jefaturas del Gobierno y del Estado son del mismo color se han acabado las excusas. «Ha llegado el momento de pedirles responsabilidades y hechos», reclamaba la politóloga Anna Srocka.
Los dos rivales en las presidenciales se cruzaron mensajes de felicitación desde sus respectivas sedes donde esperaban los sondeos. Ya en este primer discurso Komorowski lanzó un discurso de unión. «Soy el presidente de todos los polacos», exclamó. Y quiso recordar su pasado como miembro de Solidaridad, el sindicato dirigido en los 80 por el premio Nobel de la Paz y ex jefe del Estado, Lech Walesa, recordando que «no hay libertad sin solidaridad», volviendo a tender un puente entre sus votantes y los del PiS. Asimismo, agradeció el apoyo que le había brindado el propio Walesa, el ex primer ministro Tadeusz Mazowiecki y Wladyslaw Bartoszwski.Por su parte, Kaczynski recordó a su hermano visiblemente emocionado y apuntó al próximo objetivo de su partido «Tenemos que seguir luchando para ganar las próximas elecciones parlamentarias», afirmó.
Largas colas
Los continuos llamamientos de los dos candidatos los días anteriores a las elecciones surtieron efecto e incluso en algunas localidades se vivieron escenas más típicas de los conciertos de ídolos juveniles que de unos comicios. Es el caso del municipio costero de Rewal, el tiempo para la votación se prolongó entre media y una hora. Una ciudad que ha batido las cifras de participación.
«Afortunadamente, la cola está a la sombra -explicaba Violeta Brzezinska-. La gente viene a votar de camino a la playa por lo que todos esperan sentados en sus sillas de plástico y se protegen con las sombrillas. Algunos hasta se hacen fotos de recuerdo. En la mesa de la urna hay botellas de agua mineral y a los niños se les regalan caramelos y piruletas». Algo similar se vivió en Pobierowo, también junto al mar. «No he visto nunca colas como ésta», apuntaba molesta por la espera Malgorzata Piechowska. A lo que Marta Nowak añadía: «En veinte años que llevo votando no recuerdo nada similar».
También es destacable el caso de diversos países donde viven importantes comunidades polacas, como Reino Unido, Canadá o Estados Unidos, donde votaron 47.000 personas, dándose la curiosa circunstancia de que por la diferencia horaria la última mesa electoral cerró cuando en Polonia abría la primera a las seis de la mañana. «Hasta ha habido por primera vez polacos que han votado en Alaska», informan desde la Comisión Electoral Nacional.
En Italia se sobrepasó la cifra que se había previsto por los muchos turistas que han pasado el fin de semana en el país transalpino y por el alto número de representantes del clero que realizan su labor pastoral de forma permanentemente en el Vaticano. En India, con un solo colegio para ejercer el derecho en el Consulado en Nueva Delhi, el médico Pyz Helena tuvo que recorrer 1.000 kilómetros para participar en los comicios. Y en España, los 85.000 polacos censados pudieron depositar su papeleta en centros de Madrid, Barcelona y Santa Cruz de Tenerife.
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