(Néstor Tazueco Lamata, Varsovia, 03/07/2010)
Decoración de un colegio electoral para la segunda vuelta de las elecciones. Reuters
La clase media, principal apoyo de Komorowski, se marchará de vacaciones.
El buen tiempo previsto en Polonia puede convertirse en la clave de las elecciones presidenciales polacas de mañana. Un hándicap para Plataforma Cívica (PO), partido del liberal Bronislaw Komorowski, actual jefe de Estado en funciones y presidente del Parlamento. Su principal apoyo radica en las clases medias y urbanas, que suelen abandonar sus residencias en las ciudades para disfrutar del sol en la playa o ir de vacaciones.
"Hoy me voy con mis amigos al mar Báltico a pasar el fin de semana", explica la joven abogada y votante de la PO Dagmara Lasocka. Y añade que, ante el temor de no regresar a tiempo ha decidido ser previsora: "Como el tráfico el domingo será enorme y no creo que volvamos a tiempo, he solicitado la posibilidad de votar en la localidad adonde viajamos. Aunque de todo el grupo creo que he sido la única que lo ha hecho", puntualiza.
Una situación que ya padeció el actual primer ministro Donald Tusk el 9 de octubre de 2005. En aquella ocasión se enfrentaba a Lech Kaczynski (el anterior presidente, fallecido en la tragedia aérea de Smolensk) de Ley y Justicia (PiS), al que consiguió imponerse en la primera vuelta. Cuando todo parecía apuntar a un fácil triunfo en la segunda ronda, la confianza y el buen tiempo hicieron que miles de votantes de la PO aprovecharan el 23 de octubre para disfrutar de la playa.
De este modo, el liberal fue derrotado. Una experiencia que todos en la Plataforma confían en que no se vuelva a dar. Además, tras la ajustada victoria de Komorowski en la primera vuelta hace dos semanas por sólo cinco puntos (41,22% a 36,74%) frente al conservador Jaroslaw Kaczynski, hermano gemelo de Lech Kaczynski, el apoyo de los líderes de izquierdas se antoja otra de las claves de mañana.
En un principio, el 13,68% de votos que obtuvo Grzegorz Napieralski, líder de la Alianza Democrática de Izquierdas, parecían destinados a apoyar a Komorowski, que representa la Polonia moderna, moderada, liberal y europeísta; la del país que apuesta por los negocios y el crecimiento, frente a la rancia, católica, populista, homófoba y xenófoba, proteccionista y anticapitalista de su oponente Ley y Justicia.
Sin embargo, en los últimos días, divergencias en las filas de los izquierdistas han sembrado dudas sobre si ese apoyo será completo o se dividirá entre ambos partidos de derechas.
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