(Varsovia, 25/05/2010, EFE)
Personas comienzan a limpiar de barro sus pertenencias en Tarnobrzeg, (Polonia), martes, 25 de mayo de 2010. La riada que ha arrasado el sur de Polonia, la más fuerte en 160 años, se dirige hacia el norte del país, donde sus habitantes se fortifican con diques improvisados e intentan poner a salvo sus pertenencias de la violencia del agua, que ya ha causado una quincena de muertos y pérdidas millonarias. EFE/Darek Delmanowicz
EFE/Darek Delmanowicz
Voluntarios construyen un dique con sacos de arena junto a la orilla del río Vístula, en la localidad polaca de Tczew, martes, 25 de mayo de 2010. La riada que ha arrasado el sur de Polonia, la más fuerte en 160 años, se dirige hacia el norte del país, donde sus habitantes se fortifican con diques improvisados e intentan poner a salvo sus pertenencias de la violencia del agua, que ya ha causado una quincena de muertos y pérdidas millonarias. EFE/Adam Warzawa
EFE/Adam Warzawa
Jóvenes ayudan con la construcción de un dique de sacos de arena junto a la orilla del río Vístula, en la localidad polaca de Tczew, martes, 25 de mayo de 2010. La riada que ha arrasado el sur de Polonia, la más fuerte en 160 años, se dirige hacia el norte del país, donde sus habitantes se fortifican con diques improvisados e intentan poner a salvo sus pertenencias de la violencia del agua, que ya ha causado una quincena de muertos y pérdidas millonarias. EFE/Adam Warzawa
La riada que ha arrasado el sur de Polonia, la más fuerte en 160 años, se dirige hacia el norte del país, donde sus habitantes se fortifican con diques improvisados e intentan poner a salvo sus pertenencias de la violencia del agua, que ya ha causado una quincena de muertos y pérdidas millonarias.
Aunque las autoridades consideran que la situación más crítica ya ha sido superada, Ejército, bomberos y residentes se esfuerzan hoy en reforzar con sacos de arena los diques que frenan el avance del río Vístula en municipios como Sosnówka y Leg, en el norte del país, que todavía no han sido alcanzados por la virulencia de la riada.
Junto a ellos, equipos de rescate venidos de Alemania, Francia, Ucrania, Lituania y Rusia colaboran en las labores de achique de agua y reconstrucción del trazado del río, en una tarea en la que incluso varios centenares de presos han sido puestos a trabajar.
La dramática situación ha obligado a evacuar a miles de ciudadanos y animales, especialmente en las cercanías de la ciudad de Plock, donde la rotura de varios diques ha dejado varias comarcas rurales anegadas por el agua y ha obligado a reubicar temporalmente a 4.000 personas y otros tantos animales.
El ejecutivo ha reconocido que las inundaciones "han sido peores de lo esperado" y han superado las defensas construidas en el cauce del río, incluido a su paso por la capital, Varsovia, donde todavía hoy varias calles principales siguen cortadas y más de 200 escuelas cerradas, mientras los servicios públicos continúan un intenso trabajo para mitigar los efectos de la inundación.
El problema en estas ciudades es la filtración del agua a través de los diques, lo que provocan movimientos de tierra, socavones y problemas en estructuras ribereñas al río.
Al mismo tiempo, las áreas rurales han visto sus cosechas dañadas y en zonas del sur del país han quedado destruidos más de la mitad de los cultivos de tomate y pepino.
El gabinete del primer ministro, Donald Tusk, ultima un paquete de urgencia para ayudar a los damnificados, y ha prometido que las víctimas recibirán unos 1.200 euros de ayuda.
1 comentario:
Ojalá que no hayan más desgracias personales, y que en la medida de lo posible el agua vaya buscando su camino al mar sin ocasionar excesivos daños. Hay un factor añadido y es la zozobra que me imagino que están sufriendo estas personas. Desde España, aunque sea de manera simbólica, envío un abrazo muy fuerte al noble pueblo de Polonia, en la persona de sus habitantes, que tanto están luchando contra diversos avatares este año 2010.
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