miércoles, 26 de mayo de 2010

El norte de Polonia se fortifica ante la inminente riada que arrasó el sur del país

INUNDACIONES | Causa una quincena de muertos

(EFE, Varsovia, 25/05/2010)



- Alemania, Francia, Ucrania, Lituania y Rusia ayudan en la reconstrucción
- Las inundaciones obligan a reubicar a 4.000 personas y otros tantos animales
- El Gobierno promete que las víctimas recibirán unos 1.200 euros de ayuda


La riada que ha arrasado el sur de Polonia, la más fuerte en 160 años, se dirige hacia el norte del país, donde sus habitantes se fortifican con diques improvisados e intentan poner a salvo sus pertenencias de la violencia del agua, que ya ha causado una quincena de muertos y pérdidas millonarias.
Aunque las autoridades consideran que la situación más crítica ya ha sido superada, Ejército, bomberos y residentes se esfuerzan este martes en reforzar con sacos de arena los diques que frenan el avance del río Vístula en municipios como Sosnówka y Leg, en el norte del país, que todavía no han sido alcanzados por la virulencia de la riada.
Junto a ellos, equipos de rescate venidos de Alemania, Francia, Ucrania, Lituania y Rusia colaboran en las labores de achique de agua y reconstrucción del trazado del río, en una tarea en la que incluso varios centenares de presos han sido puestos a trabajar.
La dramática situación ha obligado a evacuar a miles de ciudadanos y animales, especialmente en las cercanías de la ciudad de Plock, donde la rotura de varios diques ha dejado varias comarcas rurales anegadas por el agua y ha obligado a reubicar temporalmente a 4.000 personas y otros tantos animales.

Un paquete de urgencia
El ejecutivo ha reconocido que las inundaciones "han sido peores de lo esperado" y han superado las defensas construidas en el cauce del río, incluido a su paso por la capital, Varsovia, donde todavía hoy varias calles principales siguen cortadas y más de 200 escuelas cerradas, mientras los servicios públicos continúan un intenso trabajo para mitigar los efectos de la inundación.
El problema en estas ciudades es la filtración del agua a través de los diques, lo que provocan movimientos de tierra, socavones y problemas en estructuras ribereñas al río.
Al mismo tiempo, las áreas rurales han visto sus cosechas dañadas y en zonas del sur del país han quedado destruidos más de la mitad de los cultivos de tomate y pepino.
El gabinete del primer ministro, Donald Tusk, ultima un paquete de urgencia para ayudar a los damnificados, y ha prometido que las víctimas recibirán unos 1.200 euros de ayuda.

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