(24/05/2010, Vanessa Gera, AP)
Decenas de soldados estadounidenses y una batería de misiles Patriot llegaron a Polonia a fin de pasar dos años entrenando a las fuerzas armadas locales sobre cómo operar el avanzado sistema de misiles guiados en una base a unos pocos kilómetros de la frontera con Rusia.
La misión es el despliegue más significativo en la historia de tropas estadounidenses en Polonia, un país que una vez estuvo tras la Cortina de Hierro pero que ahora es miembro de la OTAN.
Aunque Rusia había expresado su fuerte oposición a tener una instalación militar estadounidense tan cerca de su frontera, no hubo reacción inicial de Moscú al arribo de los misiles: quizás un indicio de que desea restar importancia al asunto luego de no conseguir frenar el despliegue.
Andrew Paul, portavoz de la embajada estadounidense en Varsovia, dijo que la batería llegó el domingo a una base en Morag, una ciudad en el noreste de Polonia, apenas a 60 kilómetros del enclave ruso de Kaliningrado.
Cuando se anunció el envío en enero, el canciller ruso, Sergei Lavrov, dijo que no podía entender la necesidad de "crear la impresión de que Polonia se está preparando para defenderse de Rusia".
La base de Patriot fue una condición fijada por Polonia para un acuerdo en 2008 con Washington para permitir en su territorio una base de defensa coheteril con el objetivo de proteger a Europa y Estados Unidos de ataques iraníes. Ese plan, desarrollado y negociado bajo el gobierno de George W. Bush, enfureció a Rusia y fue ajustado más tarde por el gobierno de Barack Obama.
Los interceptores coheteriles en el plan de Bush eran algo separado de los misiles Patriot, que tienen menor alcance y no causaron el mismo nivel de furia en Rusia.
Sin embargo, bajo el nuevo plan, Polonia seguirá siendo anfitriona de una base de defensa antimisiles, pero no antes de 2018 y en una escala menor que la originalmente planeada.
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