Una gran parte de la población rechaza que los restos del presidente y su esposa descansen junto a reyes y héroes nacionales
(15/04/2010, Paco Soto, Varsovia)
«Queremos un referéndum para decidir si Kaczynski debe ser enterrado en este lugar», porque «estamos en contra de convertir su tumba en un panteón», gritaban el martes por la noche en las calles de Cracovia, la capital cultural y religiosa de Polonia, unas quinientas personas que se manifestaban para protestar por la decisión de la familia del presidente fallecido en accidente de avión de enterrarlo, junto con su esposa, en el Castillo Wawel de esta ciudad, donde hasta ahora sólo descansan reyes y héroes nacionales.
«No me lo puedo creer. No puedo entender que la familia haya tomado esta decisión. Es un despropósito», decía ayer la profesora universitaria Barbara Brezinska. Ewa Golabiewska, economista de 32 años, declaraba que ya no es tiempo de «faraones ni de los reyes feudales. Polonia es un país europeo y democrático, Y y tiene que comportarse como tal».
El diario 'Gazeta Wyborcza' apuntaba en su editorial que «la decisión de abrir Wawel a la pareja presidencial es precipitada y emotiva. Wawel es un lugar que pertenece a todos los polacos. No es un cementerio ordinario en el que cada familia tiene derecho a enterrar a sus seres queridos. Debería ser objeto de debate nacional y consecuencia del consenso».
Hasta dentro de la poderosa Iglesia católica se oyen voces, como la del influyente obispo Tadeusz Pieronek, que se oponen a la decisión de la familia de Kaczynski.
También el director de cine Andrzej Wajda, autor de la película 'Katyn' -que relata el asesinato de 22.000 polacos por el régimen estalinista soviético en 1940- pidió a los familiares del jefe del Estado fallecido que reconsideren su decisión, porque Kaczynski «era un hombre bueno y humilde, y no hay razones para que se le entierre al lado de los reyes».
En el Castillo Wawel yacen los restos mortales de reyes y nobles como Stefan Batory, el príncipe Jozef Poniatowski y Tadeusz Kosciuszko; escritores, poetas y políticos de alto rango como Adam Mickiewicz, Juliusz Slowacki y el mariscal Josef Pilsudski, padre de la Polonia independiente renacida en 1918 tras 120 años de inexistencia como Estado nacional. La última personalidad enterrada en este lugar fue el general Wladyslaw Sikorski, cuyos restos mortales fueron repatriados del Reino Unido en 1993.
Lech Kaczynski sería el primer presidente de Polonia enterrado en el Castillo de Wawel. Los anteriores, Gabriel Narutowicz, asesinado en 1922, e Ignacy Moscicki, presidente en los años 30, yacen en la catedral de Varsovia. El Gobierno de Donald Tusk, que teme provocar polémicas en un momento tan difícil para el país, ha aceptado la decisión de la familia, que, según diversas fuentes, fue impuesta por el hermano gemelo de Kaczynski, Jaroslaw, un político de ideas profundamente conservadoras y católico integrista, más radical, en las formas y en el fondo, que el presidente fallecido y líder del derechista y opositor partido Ley y Justicia (PiS).
La polémica decisión de los familiares de Kaczynski ha abierto fisuras en la unidad y el civismo que han demostrado los polacos desde el día de la tragedia aérea, el pasado sábado. El cardenal de Cracovia, Stanislaw Dziwisz, hombre de confianza del Papa Juan Pablo II, aseguró que el entierro de Kaczynski «unirá al pueblo polaco».
1 comentario:
Para precisar: se trata del entierro no en el castillo, como escribes, sino en la catedral - una diferencia sutil, pero significativa para darse cuenta de que el dueno de este lugar no es el estado sino la iglesia. Y como tal es autonoma disponiendo del espacio dentro del templo. Ademas parece tipico que la iglesia en Polonia no esta acostumbrada de escuchar al pueblo sino mas bien al reves.
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