Las selecciones de Polonia, bronce en el último Mundial, y España han sellado su clasificación para la segunda fase del Europeo, tras sumar su segunda victoria consecutiva, en una jornada en la que Francia, la gran favorita, volvió a dejar enormes dudas.
Todo lo contrario que el equipo español, que tras el varapalo sufrido en el pasado Mundial de Croacia, parece dispuesto a volver al primer plano del concierto internacional con partidos como el realizado ante Hungría, en el que España pasó por encima (25-34) al conjunto magiar.
Alberto Entrerríos lideró el ataque español. FOTO: REUTERS Si en la jornada inaugural el gran héroe del conjunto español fue el lateral Iker Romero, autor de catorce goles ante la República Checa, en este choque el testigo lo recogió Alberto Entrerríos, que con sus siete tantos en la primer parte, se encargó de liderar a la selección española en su segundo triunfo consecutivo.
Un registro que tan sólo es capaz de igualar por el momento la selección de Polonia, que se aseguró un puesto en la segunda fase, tras imponerse por 27-24 a Suecia, que sigue sin conocer la victoria en Austria en el grupo C.
El discreto partido del cañonero Karol Bielecki, que tan sólo anotó tres de los ocho lanzamientos que intentó, fue de sobra compensado por la extraordinaria actuación del lateral Michal Jurecki y el central Tomasz Rosinski, autores de seis tantos cada uno.
Polonia se deshizo de Suecia y suma dos victorias. FOTO: REUTERSUn resultado que deja a Suecia en una comprometida situación, ya que si los nórdicos quieren seguir en el torneo deberán ganar el próximo viernes a Alemania, que igualó 34-34 con Eslovenia, en un duelo el que los germano perdían al descanso por cinco goles (16-11).
Renta que los pupilos de Heiner Brand, con el pivote Christoph Theuerkauf y el lateral izquierdo Lars Kaufmann, lograron enjugar en la segunda mitad, en la que los germanos llegaron a disponer, incluso, de un último balón por medio de Holger Glandorf para ganar el partido.
Igual que le ocurrió a la República Checa, que desperdició un último lanzamiento para empatar su encuentro con Francia, que pese a la victoria (20-21) y la clasificación para la siguiente ronda, sigue sin dar su auténtico nivel en el Campeonato de Europa.
Si el martes, el conjunto galo salvó milagrosamente un punto ante Hungría, ante los checos se debió encomendar a un extraordinario Thierry Omeyer para salvar un triunfo, que el equipo de Claude Onesta parecía tener asegurado al descanso, y que se complicó enormemente tras una pésima segunda parte en la que Francia sólo anotó cinco goles.
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