(Jacek Lepiarz (dpa), Varsovia / Oswiecim. 18.12.2009. Diariodejerez.es)
Por ahora se desconoce quién se ha llevado y por qué el letrero "El trabajo libera" situado en la puerta del campo de concentración nazi.
Réplica del cartel de la entrada de Auschwitz, colocado tras el robo del original. / Reuters
Como símbolo del terror nazi y el Holocausto, Auschwitz es un lugar importante para millones de personas en todo el mundo. Casi un mes antes del 65º aniversario de la liberación de los supervivientes del campo de concentración alemán en Polonia por parte del Ejército Rojo el 27 de enero de 1945, un insólito robo conmocionó al mundo: en la noche del jueves, fue robado el cartel de hierro que presidía la entrada del campo de concentración nazi: "El trabajo libera".
"Esto no es un robo, es la profanación de este lugar", dijo Pawel Sawicki, funcionario del museo. Desde primera hora de la mañana recibieron llamados de angustiados ex prisioneros, según contó la presidenta de la Sociedad Auschwitz, Stefania Koziol. No podían creer que alguien hiciera algo así en "el mayor cementerio sin tumbas del mundo". Koziol señaló que se trata de un robo brutal que debe ser duramente castigado.
El cartel sobre el portón de Auschwitz por el cual entraban los prisioneros era considerado no sólo símbolo de la aniquilación, sino también de la resistencia. La "B" de la palabra "Arbeit" ("trabajo" en alemán) fue colocada de cabeza por los prisioneros polacos a los que los nazis encargaron el trabajo. Sawicki explicó que se lo consideraba un signo de la resistencia y alentaba a los prisioneros a sobrevivir. Hoy en día es difícil comprobar si la B fue colocada al revés de casualidad o a propósito.
El presidente polaco, Lech Kaczynski, se mostró conmocionado. Su portavoz dijo que sólo un loco podía hacer algo así y agregó que el museo es "intocable" como símbolo del Holocausto. El primer ministro Donald Tusk ordenó un "esclarecimiento lo más pronto posible" y dijo que esto tenía prioridad absoluta.
A pesar del intenso trabajo policial, por ahora no hay rastro de los autores. Para los trabajadores del museo, algo quedó claro desde el principio: no se trató del trabajo de ladrones comunes que roban elementos de hierro para venderlo y comprarse con ello alcohol. El portavoz del museo, Jerzy Mensfeldt, indicó que el robo había estado "bien preparado". "Esto lo hizo alguien que sabía lo que quería", añadió.
La pregunta es cómo al menos tres ladrones -como supone la policía- lograron quitar el cartel de hierro en un lugar central del museo y llevárselo. Según informó el canal de televisión TVP-Info, la cámara colocada en el portón sólo transmite en directo, pero no graba. Además, el lugar está mal iluminado, por lo cual las imágenes tampoco habrían podido ser analizadas por la policía. De acuerdo con TVP-Info, la iluminación es de los años 40. También el número de vigilantes para el terreno, de 200 hectáreas, era al parecer insuficiente. Un hombre dijo a las cámaras de TV no sin ironía que los vigilantes solían quedarse dormidos. A falta de pistas, los canales de TV y las radios de Polonia especulaban sobre los motivos del robo. Se habló de un "robo por encargo" o de una acción de neonazis que buscan llamar la atención. Sin embargo, por ahora no hay asidero fuerte para ninguna de estas hipótesis.
En Auschwitz y en el vecino campamento de aniquilación de Birkenau los nazis asesinaron entre 1940-1945 a al menos 1,1 millones de personas. Los empleados del lugar, convertido en museo, que recibe al año alrededor de un millón de visitantes, no dejan que el robo y la investigación policial afecten su trabajo. El cartel ha sido reemplazado rápidamente por una copia. Mensfelt afirmó que el museo seguirá abierto para los visitantes y que espera que los autores del hecho sean detenidos y el original vuelva a su lugar.
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