El piloto polaco de Fórmula 1 del equipo BMW Sauber Robert Kubica ha sido elegido como deportista del año 2008 en la gala del deporte celebrada por la Televisión Pública Polaca, TVP. Una ceremonia anual que se repite con el propósito de reconocer los éxitos logrados por las figuras más destacadas del panorama deportivo polaco. Sin embargo, lo más novedoso de este evento, repetido en todos los países, es el modo por el que se decide el ganador.
Un jurado selecciona diez candidatos, entre los que en esta ocasión han destacado los medallistas de oro polacos en las pasadas Olimpiadas de Pekín. Posteriormente, es el público el que por medio de los populares SMS vota a su preferido, para realizar la lista final de ganadores. Que en este 2008 ha quedado de la siguiente manera:
1º- Robert Kubica, piloto de Fórmula 1. Ha finalizado 4º el pasado campeonato del mundo.
2º- Leszek Blanik. Oro en Pekín 2008 en salto sobre potro.
3º- Tomasz Majewski. Oro en Pekín 2008 en lanzamiento de peso.
4º- Czwórka podwójna. Cuarteto de remo, oro en Pekín 2008.
5º- Szymon Kołecki. Medalla de plata en la categoría de los 94 Kg en Pekín 2008.
6º- Maja Włoszczowska. Plata en bicicleta de montaña en Pekín 2008.
7º- Tomasz Gollob. Uno de los mejores pilotos de Speedway
8º- Agnieszka Radwańska. Tenista número 10 del ránquin WTA.
9º- Tomasz Sikora. Uno de los mejores biatletas de invierno del mundo.
10º- Piotr Małachowski. Plata en lanzamiento de disco en Pekín 2008.
Se cerraba de este modo la 74º gala del deporte polaco con unas palabras de agradecimiento del director deportivo de la cadena, el mítico marchista Robert Korzeniowski y con un moderno y original recital de ópera que maravillo y divirtió a los presentes.
Sin embargo, creo que se ha premiado la popularidad y opulencia de la Fórmula 1 y se ha desmerecido el esfuerzo y la lucha constante por mejorar que los otros deportistas, de modallidades menos deslumbrantes, desarrollan a la sombra y en el anonimato para jugarse el todo o nada a una carta cada cuatro años en las Olimpiadas. Un esfuerzo mayúsculo que no ha visto la recompensa deseada ante el espejismo que vende cada quince días durante buena parte del año el universo de los monoplazas multimillonarios. Y no es que Kubica no merezca un premio a un buen año, que no gran año, pero todavía no era su momento, ni sus méritos suficientes, en comparación con lo que ha dejado por detrás. Además, mientras él contará con muchas más oportunidades por mejorar lo que ha hecho hasta ahora, veremos que sucederá dentro de cuatro años con los actuales campeones olímpicos. Aún así. Enhorabuena. Y el pueblo es soberano.
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