viernes, 16 de abril de 2010

El cadáver de Kaczynski podría ser traslado en tren como el del mariscal Pilsudski

(Varsovia, 15/04/2010, EFE)



Los restos mortales del presidente polaco, Lech Kaczynski, y de su esposa María, fallecidos en el accidente aéreo de Smolensk (Rusia), podrían ser trasladados en un tren especial desde Varsovia a Cracovia, para que los ciudadanos puedan despedirles a lo largo del trayecto.
El cadáver de Kaczynski podría ser traslado en tren como el del mariscal Pilsudski
Ampliar fotografía El cadáver de Kaczynski podría ser traslado en tren como el del mariscal Pilsudski Ampliar fotografía El cadáver de Kaczynski podría ser traslado en tren como el del mariscal Pilsudski.
El conservador partido Ley y Justicia (PiS) de Kaczynski propuso hoy a través de su senador Stanislaw Kogut que el presidente fallecido sea honrado así de igual manera que el mariscal Jozef Pilsudski, quien en 1918 devolvió la independencia a Polonia tras siglos de dominio ruso, alemán y austríaco.
El féretro de Pilsudski, el político polaco más relevante del siglo XX y cuyos restos reposan en la catedral de Wawel donde también será enterrado el matrimonio Kaczynski, realizó en 1935 el mismo trayecto en tren y en el recorrido fue despedido afectuosamente por los ciudadanos polacos.
Mientras tanto continúa la polémica por la decisión de sepultar a Kaczynski en el castillo de Wawel, entre monarcas y personalidades relevantes de la historia polaca, con críticas a una decisión con la que se parece querer elevar al presidente a la categoría de héroe nacional.
Cerca de un millar de personas se manifestaron de nuevo anoche en Cracovia contra la determinación de enterrar al matrimonio Kaczynski en el castillo Wawel de esta ciudad, mientras que a pocos metros otra concentración que portaba banderas polacas se mostraba a favor de que los Kaczynski descansen entre reyes.
Los detractores del presidente conservador Lech Kaczynski, fundamentalmente jóvenes, se concentraron frente a la sede de la curia cracoviana para impedir que Wawel se convierta en la sede de la tumba del jefe del estado y de su esposa, Maria Kaczynska.
A los pocos minutos, varios centenares de partidarios de Kaczynski se reunieron en la misma calle con pancartas en las que se leía "Gracias, cardenal", en referencia al cardenal de Cracovia Stanislaw Dziwisz, de quien ha partido la iniciativa para el entierro en Wawel.
"Déjenle que descanse en paz", decían un grupo de ancianos que portaban retratos de Kaczynski.
La policía se mantuvo en todo momento entre los dos grupos, mientras los ciudadanos a favor de Lech Kaczynski entonaban el himno polaco y agitaban sus banderas nacionales y, desde el otro lado, se lanzaban gritos contra el cardenal y contra el partido conservador.
Los contrarios a enterrar a los Kaczynski en Wawel esgrimen que se trata de uno de los lugares más simbólicos de Polonia, donde descansan reyes polacos, entre ellos Jak Sobieski III, el monarca que frenó el avance turco en Europa y liberó a Viena de la amenaza musulmana a finales del siglo XVII.
Mientras tanto, miles de polacos continúan desfilando ante la capilla ardiente de Kaczynski y su esposa María, cuyos féretros han sido colocados sobre sendos catafalcos negros en la sala de columnas del palacio presidencial escoltados por una guardia militar de honor.
Pese a estar abierta las 24 horas del día, los ciudadanos tienen que soportar entre 8 y 9 horas en la cola hasta que les llega el turno para honrar a la pareja presidencial, ante la que la mayoría ora brevemente de rodillas y son frecuentes los llantos y lamentos.

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