martes, 2 de diciembre de 2008

A golpes por un cigarrillo

Esta noche, pasadas las doce, se desataron incidentes en la frontera entre Polonia y Ucrania entre fuerzas policiales del primer país y vendedores e importadores de tabaco ucraniano. El motivo ha sido la entrada en vigor a la medianoche de la nueva medida europea que rebaja el número de cigarrillos que cada persona puede llevar a su entrada en los límites de la Unión Europea de doscientos a cuarenta.
Pese a que la medida pueda no parecer demasiado grave para los ojos españoles, sí lo es en estas latitudes. Y es que, son muchas las personas que han transformado en su único modo de vida la introducción de tabaco ucraniano y su posterior venta ilegal a bajo precio por las calles y subterráneos de las grandes ciudades. Por ello, el continuo paso fronterizo de grupos de personas portando paquetes o cartones que más tarde se transportaban para su venta a Varsovia, Cracovia, Poznam o Gdansk, entre otras, son los que se han enfrentado a las fuerzas de seguridad a lo largo de esta noche.
Sin embargo, parece difícil que estas medidas puedan acallar las voces que ofrecen tabaco ucraniano entre susurros en los transitados subterrános de la capital. Saludos habituales "¿Papirose, papirose?", que despiertan a los soñolientos trabajadores en su andadura al tranvía o autobús correspondiente.
Y es que, no era mal negocio para nadie, excepto para la Hacienda de los países miembros que dejaban de cobrar una suculenta cifra en impuestos directos. En Polonia, por ejemplo, la diferencia es de unos 8 a 10 zslotys un paquete común a los 1,5 o 2 de uno ucraniano. Otro tema será la calidad.

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